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Desde hace casi un año y medio, el ilustrador argentino Ivanke recorre el mundo dando talleres de dibujo gratuitos a niños de todas partes. En la selva y en las montañas, en escuelas y en hospitales, en grandes ciudades y en pequeñas aldeas, en América, en Asia, en África y en Europa, los chicos tienen algo para decir. De sueños, de alegría y de respeto está hecha esta historia.
El proyecto educativo del Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), que la Asociación Madres de Plaza de Mayo gestiona en el predio de la ex-ESMA, convoca a alumnos de todos los niveles a trabajar los conceptos de memoria, verdad y justicia mediante prácticas artísticas que interpelan a los chicos desde el pensamiento crítico y reflexivo. Verónica Parodi, Directora Educativa del Espacio, cuenta cómo trabajan.
El sábado 7 de diciembre llega a Palermo el 5to. Festival de la Infancia, una iniciativa de Palermo Creativo para ofrecer a todos los chicos la oportunidad de compartir cuentos, canciones, dibujos y risas.
Los chicos juegan. Juegan con la computadora, con la wii, con la play. Además miran la televisión. Y siguen expuestos a otras posibles pantallas: el celular, el Ipod, la tablet. Pero ¿de qué se trata exactamente el juego de las pantallas? ¿Y los padres, mientras tanto, qué hacemos? Carolina Duek, doctora en Ciencias Sociales y especialista en niños, juegos y medios, tiene la palabra.
Se persiguen, se atrapan, tironean, se aplastan, se pegan. ¿Juegan o es en serio? El juego de la lucha inquieta a padres y maestros. El especialista en educación Daniel Brailovsky analiza la dinámica intrínseca de estas riñas de súper héroes que atrapan a los chicos en un mundo hermético y mágico, regido por reglas particulares y dotado a la vez de cierta violencia, que escapa a cualquier posible intervención del adulto.
Recuperar los espacios para saltar a la soga, trepar a los árboles, escuchar un cuento, buscar un tesoro escondido. Crear con cualquier cosa –papeles, maderitas, telas, masa, materiales de descarte- objetos maravillosos, hechos con las propias manos. Compartir un momento de disfrute y creatividad. El fin de semana del 13 y 14 de abril se realiza en San Isidro la 8ª edición del "¡Yo juego!, ¿vos jugás?" Y toda la familia está invitada. ¿Jugamos?
¿Por qué al batir las claras se hace punto nieve? ¿Y por qué a veces no se hace? ¿Por qué la pasta de dientes sale con rayitas? Y qué es mejor para exterminar cucarachas: ¿el insecticida o la ojota? Diego Golombek se encarga de responder estas y otras preguntas en televisión, en sus libros y también en exposiciones públicas. “Todos los chicos son científicos”, dice. Y queda demostrado.
Milo Lockett es una figura indiscutida del arte argentino contemporáneo. Su obra, colorida, divertida, premiada, se expone en galerías tradicionales y se subasta a beneficio de causas solidarias al mismo tiempo que es seguida por jóvenes fanáticos y sirve en los jardines y escuelas para iniciar a los niños en el mundo de las artes plásticas. Compulsivo trabajador del arte, en 2012 editorial Atlántida publicó su primer libro, "Milo tiene coronita".
Todos los chicos tienen derecho a jugar. Por eso, un grupo de clowns “sin ninguna habilidad para curar el dolor físico, pero con talento para emparchar el alma” recorre las salas del Hospital Garrahan, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y el Sor María Ludovica de La Plata. Forman parte de la ONG Alegría Intensiva y cosechan sonrisas con la única ayuda de sus narices rojas. Porque, afirman, "la alegría es el mejor remedio".
Hay infancias difíciles. Y hay personas que entienden que el arte es un lenguaje no sólo para nombrar una realidad -que muchos quieren ocultar- sino también para transformarla. La Casa de la Cultura de la Calle trabaja con chicos en situación de riesgo, creando y recreando nuevos horizontes. Porque los chicos tienen mucho para decir, y es necesario escucharlos.